Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha dicho que la causa del ‘ojo de fuego’ que ocurrió en el Golfo de México el 2 de julio fue la combinación de una tormenta eléctrica y una fuga en un gasoducto. La compañía petrolera dijo que no hubo derrame de petróleo y que la acción inmediata para controlar el fuego en la superficie ayudó a evitar cualquier daño ambiental.
Las imágenes del incendio, que ocurrió en la superficie del océano al oeste de la península de Yucatán en México, se compartieron en todo el mundo en las redes sociales y generaron críticas generalizadas de los ambientalistas. Nadie resultó herido en el incidente y el fuego finalmente se extinguió después de cinco horas.
El 5 de julio, PEMEX dijo en un comunicado en su sitio web que una tormenta eléctrica obligó a la compañía a apagar los equipos de bombeo en la cercana plataforma costa afuera Ku-C. Al mismo tiempo, una fuga en un ducto submarino de 12 ”provocó la acumulación de gas natural en el fondo del océano, que probablemente se encendió con un rayo cuando subió a la superficie.
Después de cinco horas, el fuego se extinguió por completo al cerrar la válvula submarina e inyectar nitrógeno en el gasoducto, dijo PEMEX. Agregó que no hubo derrame de petróleo, ni daño ambiental.
PEMEX ha iniciado ahora un programa de reparación para la línea de bombeo neumática afectada y está realizando un análisis para identificar la causa raíz de la fuga de gas en el gasoducto.
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